Donde estará el manual

Desde que nació mi Peque estoy buscando el manual de instrucciones, en casa lo sigo buscando pero no lo encuentro… Creo que se pudo caer en el paritorio, voy a llamar al hospital para que me pongan con objetos perdidos, seguro que está allí…

– Hola, mire… soy un papá, y tuve un bebé allí en su hospital y ummm, quería preguntar…

-Si, ¿Qué desea?

– A ver… Es que llevo ya bastante tiempo, buscando una cosa… Y creo que nos lo pudimos dejar allí… No sé si usted me puede ayudar o me tiene que pasar con alguien.

– ¿De qué se trata? ¡No estará refiriéndose al bebé!

– No, no, el bebé está bien con nosotros y crece muy rápido…

– ¿Entonces qué es?

– El manual…

– ¿Cómo dice?

– Si, si, el manual de instrucciones…

– ¿Pero cómo que el manual?

– Pues eso, el manual que traen debajo del brazo los bebés…

– ¡UN PAN! Lo que traen los bebés bajo el brazo es ¡UN PAN, NO UN MANUAL!

– ¿Entonces no lo tienen? Pues nada, el Pan me hace menos falta, eso se puede comprar en una panadería… ¿Me podría pasar con objetos perdidos para preguntarles?

– Piiiiiiiiii

– ¿Oiga? ¿Oiga? ¡Me ha colgado!

 

Pues nada, tendré que seguir buscándolo 😦 . Aunque si lo encuentro… Puede que pierda la “emoción” este aprendizaje… Cuando era pequeño había una serie en la televisión que me encantaba “El gran héroe americano” ¿Te acuerdas de ella? La sería consistía, de forma muy resumida, en que en el desierto unos extraterrestres entregan a un profesor (Ralph Hinkley) y un agente del FBI (Bill Maxwell), un traje que otorga poderes a la persona que lo utilice, Maxwell convence a Ralph para que lo use y le ayude a luchar contra el crimen. La parte más divertida de la serie, es que se les pierde el manual de instrucciones 😀 , y tiene que aprender a utilizar el traje a base de probar, probar y probar… De esta forma poco a poco va descubriendo sus superpoderes. Lo que más recuerdo es cuando aprende a volar 😀 , tenía que contar los pasos…

Si “El gran héroe americano” hubiese tenido el manual de instrucciones del traje, la serie no habría sido tan emocionante y divertida. Siempre he deseado que mi Peque hubiese venido con un manual de instrucciones, pero si hubiese sido así, todo habría sido muy distinto…

¿Qué ocurriría si los bebés viniesen con un manual de instrucciones? Para los papás y las mamás cuando llorase sería muy fácil, miraríamos el manual y diríamos “Ese llanto es que tiene hambre”, le damos la teta o el bibi y solucionado. Si el manual nos dice que el llanto es porque tiene frio, le arropamos y solucionado. Lo mejor de tener un manual, sería cuando un “opinólog@” con experiencia te dijese “ese niño…”, podrías contestar “NO porque el manual dice, que lo que le pasa es…” ¿A qué te gustaría poder responder así? Pero estoy casi seguro, que te contestaría algo del tipo… “Pues yo he tenido dos manuales de instrucciones, y en los dos ponía que eso es porque…”

¿Te gustaría tener ese manual? A mi me encantaría, pero como buen “hombre” que soy no lo leería… Es como cuando tengo que montar algo, nunca miro las instrucciones… Hasta que llevo un rato o me sobra alguna pieza 😉 , casi siempre me pasa cuando quiero montar  un mueble de IKEA.

Si tuviésemos un manual de nuestros bebés, también creo que nos perderíamos muchas cosas…

… Como ese vínculo que poco a poco vamos creando con ellos.

… Aprender su idioma poco a poco, hasta llegar a saber de que puede ser su llanto.

… No dejar de aprender de ellos y con ellos según van creciendo.

…

Tener un manual nos facilitaría mucho la vida, ¿a ti te gustaría tener el manual de instrucciones? Yo creo que no lo quiero, porque dificultaría ese vínculo que estoy creando con mi Peque.

 

Seguimos aprendiendo junto a nuestro Peque en esta aventura…